jueves, 25 de agosto de 2016

Aprendizaje y mirada dialógica

5 de febrero de 2016


"El rostro de las letras" fue una exposición magnífica y extraordinaria, capaz de reactivar al más dormido.

Cuando entré la primera vez en la sala que el Centre del Carme habilitó para custodiar aquella exposición, prometo que se me encogió el alma y me sentí pequeña en aquel universo. Lo prometo.

El silencio y las imágenes hablaban. Miradas y poses quietas que iban recitando cada pensamiento. Cuánta sabiduría y humildad, pensé.


La segunda vez iba acompañada de alumnos y compañeros, ansiosos por ver y sentir. También entramos en silencio. Y después (me encanta) dialogamos y compartimos las distintas impresiones, cada uno desde su perspectiva y sentimiento. Parecía que emulábamos a los tertulianos del siglo XX.

A lo largo del curso he realizado otras tertulias o "cafés literarios" con los alumnos de Bachiller para hablar sobre los libros que se han leído.

Como ya expliqué  siempre me ha parecido muy interesante esta dinámica y muy efectiva. Con el diálogo se aprende a interactuar y además, se pueden contrastar opiniones. 




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